domingo, 6 de julio de 2014

Vendedores de ataúdes

De algo hay que morir.

De diabetes, de un ataque al corazón, de mal de amores, de delirium tremens, de soledad, de un fallo hepático, de un ictus, de gripe, de dengue, de una flebitis, de cólera, de peste bubónica, de hambre, de parto, de cáncer, de depresión, de un tiro en la nuca...

De dulzura, de alegría, de amor, de fiesta, de compañía, de exceso de energía, de querer olvidar, de cualquier cosa, de una picadura, de ser demasiado callado, de ser pobre, de ser pío, de querer ser perfecto, de vida, de tomarse las injusticias a pecho, de pensar, de luchar por tus ideales...

La vida implica el riesgo de morir. Aquí todos somos vendedores de ataúdes. Sin excepción.


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