jueves, 5 de marzo de 2015

Secretos

Me miras y te miro. Sabes perfectamente que hay algo que no te estoy diciendo. Hoy puede ser que estoy enamorada de ti, mañana, que estoy devastada por algún pequeño traspiés que he tenido en el día.

Me abrazas. Te das cuenta de todo, tú que te llamas a ti mismo patata social. Conoces todos mis gestos y te sabes de memoria todos mis botones. Y entonces empieza una lluvia de lágrimas, y el secreto deja de ser secreto. Te ríes porque suele ser un secreto ridículo de ésos que me pasan por la cabeza y no me atrevo a decir. No te importa, sólo te importa sonreírme y decirme que todo irá bien. Me siento comprendida y amada gracias a esas palabras. No me empujas a que te cuente nada, sabes que no es la forma en la que funciono. Sabes que simplemente necesito encontrar el momento para decir lo que estoy pensando con honestidad. Más allá de lo que puedo estar diciéndole a otras personas.

En este mundo cruel que nos empuja a decir cosas todo el tiempo, aunque estén vacías de significado, tú eres el único delante del cual quiero desnudarme por dentro.


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