jueves, 26 de febrero de 2015

Soy mía, eres tuyo/a, él/ella es de sí mismo/a

Hay un boom de sombras de Grey pero no es nuevo. Hace un par de años que una compañera de la oficina me habló del libro y decidí leérmelo, por curiosidad. Odié el libro desde la primera frase y no pude terminármelo. Lo dejé en cuanto leí una de las frases que el infame protagonista pronuncia, "eres mía", cuando estaba en la cama con su sumisa novia/amante en mitad del acto sexual. Leerla me puso los pelos de punta. Creo que no hay nada que me espeluzne más que creer que otra persona es de uno/a. Del coraje, cerré el pdf y lo mandé directamente a la papelera de reciclaje, mientras murmuraba algo así como "Qué clase de basura es ésta".

Soy mía, tú eres tuyo/a y él/ella es de sí mismo/a. Cuándo nos vamos a dar cuenta de que amar no significa poseer, de que no implica poseer. Cada corazón es de uno mismo y cada recodo del cerebro es de uno mismo. Si nos damos en una relación sana, damos lo que elegimos dar, y si no es suficiente para nosotros o para la otra parte de la relación, entonces creo que es el momento de hablarlo y llegar a un nuevo acuerdo. Pero esa relación literaria (y ahora cinematográfica) no es para nada así. Él elige y ella cree que elige porque el tipo la pone más caliente que el pico de una plancha. Elige con el clítoris y no con la cabeza, incluso dudo que realmente lo ame. Él se plantea como una cosa a su vez, una posesión para darse status y una misión imposible, un bebé al que hay que curar. Pero en realidad, puede mandar a su ricachón a mandar por culo en cualquier momento. No es tan difícil hacerlo, salvo que la anulación haya sido completa, como tristemente creo que es el caso.

Creo que tener una relación con una persona normal es más divertido que tenerla con el Sr. Obseso-Del-Control-Yo-Dirijo-Tu-Vida (o señoras equivalentes). Al menos sabes que nadie va a reñirte por no salir del trabajo a tu hora, o por tener amigos, o por decidir que te vas por tu cuenta un fin de semana. Si lo hace, puedes decirle que le mandarás un Whatsapp para que no se asuste, que llamarás y ya está. Y por supuesto, no lo haces porque tengas un contrato o porque te dé pena que el muchacho fuera maltratado en su infancia.

Comprendo que hay personas que optan por este tipo de relaciones porque son previsibles y estables, porque sabes que a x orden hay que aceptar x consecuencias (positivas o negativas, como si fueras un niño pequeño). Pero no entiendo por qué una pareja debe dar órdenes. Es una pareja (sentimental o de juegos), debería ser un igual incluso en el contexto del BDSM. Por eso no firmé el contrato literario de Grey, como muchas otras personas. No deja de ser maltrato psicológico, anulación y posesión entendidos como algo bueno.

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