viernes, 22 de julio de 2016

Sigue

Y la vida sigue, porque el mundo sigue, porque todo sigue. Yo sigo también, siguiendo las líneas del corazón de mis manos y las que han quedado en mi propio corazón. Porque puede que tenga cicatrices, pero estoy dispuesta a hacer de ellas líneas en lugar de recordatorios ominosos de heridas previas.

Esas cicatrices a veces sirven para lograr un efecto diferente en nosotros mismos. Pueden ser una forma de reinventarnos. Incluso de volver a las raíces de lo que en realidad somos.

Pongo un pie en el camino, sabiendo que las cosas nunca volverán a ser iguales. Como siempre, porque todo está en cambio constante.

Tengo ilusión en mis ojos. Y por una vez, una salvaguarda.

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