Bla, bla, bla... Turquía... bla, bla, bla, Niza...
Las noticias sacuden mis tímpanos como las campanas de la Catedral. Vivimos en un trastorno por estrés postraumático constante.
Bla, bla, bla... Terrorismo... bla, bla, bla, Auto-golpe de Estado...
Me monto en el coche. Estamos todos atados a él. Perfecto. Salgamos fuera. No quiero oír nada más. Sólo calla y conduce. Calla. Deja que el silencio, o el sonido del motor hacia cualquier otra parte, nos envuelva.
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