martes, 25 de octubre de 2016

Parsimonia

Ahora que soy oficialmente una madre en tándem, me sorprende hasta qué punto puedo hacer más de una cosa a la vez con relativa eficacia. Dicen que, tras el embarazo, en el que hay un proceso raro por el cual se reducen nuestras facultades mentales, se produce lo contrario de lo ocurrido durante la gravidez. Supuestamente aumentan la inteligencia y la atención entre otras cosas.

Yo no sé si eso es cierto. Sé que puedo hacer varias cosas a la vez. Y sé que tengo que hacerlas rápido y bien para no tener que trabajar dos veces, porque es un lujo que no me puedo permitir. Ya está.

Cuando veo a alguien que se toma las cosas de manera parsimoniosa, como mi señor esposo cuando pone el lavavajillas o se pone a cocinar unas lentejas, me entra de todo. En el tiempo en el que ese potaje de lentejas hecho en la olla rápida está cocinado, yo he puesto una lavadora, he tendido la ropa, he guardado toda la ropa limpia (que no es poca, con dos críos y dos adultos), he dado la teta a los dos niños y he barrido la mitad de la casa.

No sé si coincido con los estudios, pues, en el hecho de que aumenten las facultades o que, simplemente, las mamás entramos en un estado de hiperalerta en el que todo cunde muchísimo más.

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