Lo que tiene vaciar tu mente cuando eres yo, es que a veces vienen otros entes a poblarla porque ven espacio de sobra para habitarla. Entonces, me golpeó, como un rayo. Chocó contra mi frente tan fuerte que, si hubiese sido Zeus, de aquel golpe habría salido Atenea, completamente armada para la batalla.
¿Qué puedo hacer en ese caso? Pues entregarme, dejarme llevar y esperar a que la historia se escriba sola.
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