miércoles, 20 de mayo de 2015

El enano de mi oído

El enano de mi oído me sopla intuiciones. Me dice "desconfía de x", "no me gusta y", "hay algo raro en este hecho", pero nunca me da razones, es como tener certezas que llegan por corazonadas. Entonces, cuando lo comento con gente más racional como mi Santo Varón el Sr. Darcy, siempre me dicen "pero mujer, qué razones tendrás para pensar así, anda anda". Y yo me quedo con cara de idiota porque no tengo razones (racionales) de las que tanto le gustan para apoyar lo que siento. ¿Cómo voy a tenerlas si es sólo una sensación, un sentimiento?

Días, semanas o meses después, todo empieza a encajar. Se descubre el pastel de lo que fuera porque los pasteles sociales son tan golosos que siempre hay quien tira de la manta (cuando no es el propio interesado). Es ahí cuando, tanto el Sr. Darcy como yo misma, nos sorprendemos de las intuiciones que me sopló en su día el enano de mi oído. Entonces surgen las razones, a posteriori.

Lo que extraigo de esto es que debería confiar mucho más en mi intuición, en lo que respecta a las motivaciones ajenas.

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